BAJA AUTOESTIMA

baja autoestima

¿ES TAN MALA COMO PARECE?


¿Tengo baja autoestima?


Quién más quien menos se lamenta de tener baja autoestima. Hasta personas aparentemente seguras de si mismas, en la intimidad de mi consulta, confiesan sentir poca confianza en sus capacidades. ¿Estamos viviendo una especie de epidemia de baja autoestima? ¿Es la autoestima el santo grial de nuestra sociedad? ¿Estamos idealizando su poder e influencia en nuestras vidas?


¿Qué es la autoestima?


Todos sabemos o creemos saber qué significa este concepto. Lo relacionamos con el sentimiento de valía o el aprecio y valoración por uno mismo. "Es que no me quiero nada". Es una expresión recurrente cuando nos quejamos de sufrir baja autoestima. A veces, esa frase nos la dicen los demás: "no te quieres nada a ti mismo", y nos la solemos creer, sin cuestionarla.


Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua (RAE), la autoestima es "la valoración generalmente positiva de si mismo". Así que no íbamos desencaminados.


¿De dónde viene la autoestima? ¿Nace o se hace?


Hay personas que refieren que nunca se han querido a si mismas y otras, que por diferentes sucesos, la han perdido o se ha reducido. En cualquier caso, se sienten de menos, inseguras y vulnerables. Anhelan esa fortaleza y seguridad que relacionan con una autoestima sana.


La capacidad para valorarnos a nosotros mismos deriva, en gran parte, de nuestra manera de vernos. No sólo de nuestra percepción de nosotros mismos, sino también de cómo vemos a los demás y al mundo. Esta visión está sesgada por una serie de filtros.


Nuestras percepciones, creencias, opiniones, sentimientos…  todo ello modifica y distorsiona la realidad y, lo que nos llega finalmente, es una construcción “personalizada” de ésta. Lo mismo se aplica a la forma en que vemos a los demás. Tendemos a creer que lo que vemos es lo que hay, y no somos conscientes de los filtros que hemos aplicado por el medio, desde la percepción inicial (por los órganos de los sentidos) hasta el pensamiento final, del que somos conscientes.


¿Qué es la baja autoestima?


El estado óptimo de autoestima es bastante subjetivo. Cada uno de nosotros sabemos en qué nivel nos sentimos seguros, capaces y confiamos en nosotros mismos. Quererte y valorarte con tus defectos y virtudes no es sencillo pero tampoco debe ser una utopía.


En mi opinión, un nivel adecuado de autoestima estaría entre un 6-7 (en una escala de 1 a 10 donde 1 es muy bajo y 10 excesivo).


Entre 4 y 6 sería bastante mejorable, pero podríamos desenvolvernos en nuestro día a día, con ciertos temores pero con relativo éxito.


Por debajo de 4 sería recomendable trabajarla, para llegar a un buen nivel de funcionamiento. Por encima de 8 me parece excesivo, rozando el narcisismo. Dejamos de ver a los demás y sólo tenemos ojos para nosotros mismos. Este extremo puede ser tan malo como el límite inferior.


Recuerda, una autoestima sana oscila entre un 4 y un 7. ¿En qué punto tienes tu autoestima?


Inseguridad y baja autoestima


Cuando nos sentimos de menos o inseguros, tendemos a evitar muchas situaciones que nos podrían poner en evidencia y/o que nos generan temor a no estar a la altura. De manera casi inmediata nos sentimos aliviados, al no vernos expuestos a una situación que podría ser incómoda.


El problema de esta evitación es que nos da un doble mensaje. Por un lado, nos genera alivio al "librarnos" de enfrentar aquello que tememos pero, por otro, nos confirma nuestra incapacidad para afrontar con éxito esas dificultades temidas.


El problema viene porque las seguiremos evitando y nuestro miedo crece y crece, hasta paralizarnos. Renunciamos y llegamos a convertir una supuesta incapacidad en algo real y más grave.


¿Cómo se forma una baja autoestima?


Un error común es el de subestimar nuestras propias capacidades y sobreestimar las de los demás. Nos comparamos continuamente y, en la mayoría de las ocasiones, salimos perdiendo. ¿No te parece injusto? Además, adoptamos posturas rígidas y absolutas, comparándonos de forma global. “Él es mejor que yo”, pero, ¿Mejor en qué? ¿En todo? ¿De verdad?


Puestos a compararte, observa con más atención a los demás y compárate mejor, analiza aspectos concretos y no generalices. Puede que alguien sea mejor que tú en algo, pero seguro que tú eres, a su vez, mejor que él en otra cosa. ¡Busca bien y encuentra esas diferencias en positivo, que te hagan destacar!


Otro sesgo del pensamiento es que nos hace creer que lo que sentimos es real, solamente porque lo sentimos. Si me siento inferior a los demás, es porque realmente lo soy. Si siento que los demás me juzgan y rechazan es porque lo están haciendo. Mi sensación existe, porque la siento, así que lo que dice es cierto. El camino a esta conclusión va por un atajo, que debería estar cortado.


Si te pasa esto, no te limites a confiar a ciegas en tus sensaciones, busca las pruebas, las evidencias de que eso que sientes es cierto. Si las encuentras, habrás acertado, si no, puedes seguir buscando hasta que te convenzas de que era erróneo.


Ambos errores tienden a repetirse y terminar convirtiéndose en  lo que los psicólogos denominamos “profecías autocumplidas”. Si pienso que los demás me rechazan, cuando tenga que enfrentar relaciones sociales me mostraré más introvertido, apenas hablaré, miraré a los demás y a mi alrededor con desconfianza… de esta manera, debido a mi conducta, los demás es fácil que me eviten, me miren con extrañeza y no me hablen. Por lo tanto, reforzaré mi idea inicial de que me rechazan.


Tener una buena autoestima, ¿es posible?


Para terminar, un mensaje de optimismo. La autoestima no es una característica inmutable. No nacemos con un nivel determinado de ella y la vamos perdiendo. Es más bien al revés, la autoestima se construye.


Conforme nos atrevemos a enfrentar nuevas oportunidades y desafíos descubrimos que podemos afrontarlos, normalmente con relativo éxito. Así,  la autoestima se va desarrollando. Nos tenemos que demostrar a nosotros mismos que somos capaces, pero la demostración ha de ser práctica, en el terreno de la vida real. En la teoría sólo es una ilusión que se derrumbará en cuanto no nos enfrentemos a las pruebas reales.


La construcción de la autoestima es un proceso gradual, de éxitos y fracasos. Sabiendo que el verdadero fracaso es no intentarlo.


En mi próxima entrada te contaré algunos trucos útiles para mejorar tu nivel de autoestima (si es que lo necesitas). También puedes ponerte en contacto conmigo si consideras que la baja autoestima te está afectando en tu vida y tus relaciones contigo mismo y con los demás.


 


¿HABLAMOS?








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